Aquellas fases sucesivas del fenómeno o hecho mismo de diálogo social, es decir, de la interacción colaborativa. Del proceso podemos reconocer dos dimensiones que la componen y que están profundamente imbricadas: su grado de intensidad y las temáticas que aborda. Están vinculados, ya que muchas veces las temáticas definen el mecanismo por el cual debe ser canalizada la demanda, o bien el mecanismo define las demandas que pueden ser tratadas. Es por ello que deben ser analizadas en forma conjunta.


1) Participación (Grados de intensidad e influencia):

Los actores poseen intereses diversos, incluso contrapuestos. La interacción entre ellos puede ser llevada a cabo mediante distintos mecanismos. La OIT reconoce cuatro de ellos, los cuales representan diferentes grados de participación o intensidad del diálogo: Información, consulta, negociación y decisión conjunta. Esta dimensión busca caracterizar cómo es la calidad de cada uno de estos niveles.

Información: Refiere a la forma más simple de diálogo social e implica facilitar datos organizados referente a una materia.
Consulta: Refiere al intercambio de puntos de vista. Supone una intensidad de diálogo superior a la información.
Negociación: Refiere a la discusión entre partes con intereses diferentes o en conflicto, con el objetivo de llegar a un acuerdo. Se consideran otros tipos de negociación además de la negociación colectiva, aunque ésta se trata en forma separada.
Decisión conjunta: Refiere a la participación de los trabajadores en las actividades de la empresa. Supone el diálogo social en su más alta intensidad.


2) Temáticas:

Las temáticas son diversas, pueden abordar las remuneraciones, condiciones laborales, formación y capacitación, políticas de igualdad y no discriminación, entre otras materias. Sin embargo, muchas de ellas deben ser abordadas de manera obligatoria por la ley. Es por ello que a modo de operacionalización se valora, por un lado, la diversidad temática del diálogo; y por otro, se consideran la voluntad de abordar asuntos que no necesariamente deben ser negociados. Por lo tanto, las temáticas reguladas en sus procedimientos e institucionalidad se ponderan de forma más baja, mientras que las temáticas excluidas de ciertas tipologías de diálogo y aquellas que son consideradas libremente por las partes poseen una ponderación mayor.

Temáticas de diálogo social garantizadas y asociadas a procedimientos o institucionalidad específicos determinados por imperativo legal. Refiere a temáticas específicas cuyo proceso de diálogo está regulad: las temáticas asociadas a remuneraciones y beneficios y sobre condiciones de trabajo deben establecerse a través de negociación colectiva, mientras que existe institucionalidad propia para dialogar sobre seguridad y salud laboral –el Comité Paritario de Higiene y Seguridad-, así como sobre formación y capacitación –Comité Bipartito de Capacitación-.

Otras temáticas: Refiere a las temáticas que pueden ser tratadas a voluntad de las partes en distintas instancias de diálogo social e institucionalidad (Conciliación; Igualdad; Bienestar; Otras)